Con estas norias se ayuda a mantener la condición física del animal y, de paso, sus niveles de estima

La falta de actividad física para los caballos suele conllevar más problemas de los que se puede pensar en los equinos, por ejemplo, en zonas como los cascos, debido a una menor circulación sanguínea al no existir ese necesario movimiento. De ahí que instalaciones ecuestres donde los animales están habitualmente en sus cuadras sea necesario contar con caminadores para caballos, donde puedan, al menos, tener algo de actividad diaria.

Con estas norias se ayuda a mantener la condición física del animal y, de paso, sus niveles de estima, además de permitir e calentamiento del equino antes de un entrenamiento o servir para su posterior enfriamiento progresivo. Pero también tiene otro uso fundamental de cara a la salud equina, contribuyendo a la recuperación del animal tras haber sufrido durante una lesión o enfermedad.

El uso de los caminadores permitirán que el caballo poco a poco vaya fortaleciendo la musculatura, lo que a la postre también minimizará la apariciones de otras lesiones, como apunta Ana Macías, fisioterapeuta equina especializada en rehabilitación. Y con la ventaja añadida de que puede estar usándose por varios varios caballos a la vez. Hasta 6 equinos a la vez, permite, por ejemplo, uno de los modelos que comercializa Le Galop, marca de la división para instalaciones hípicas del grupo Agrobroker, donde recomendamos la instalación de estos caminadores en espacios ecuestres.

Este tipo de caminadores cuentan con pantallas de seguridad de acero que absorben los impactos y otras electrificadas, mediante la conexión de un ‘pastor’ a la red. Tienen una medida exterior de 16 metros, una altura máxima de 230 centímetros y un ancho del pasillo de 2,5 metros. La conducción directa del caballos es controlada por un sistema de seguridad del motor.