Los caballos, como cualquier animal, necesitan dormir, como función reparadora del organismo, permitiendo así retomar fuerzas para las funciones que se vayan a desarrollar en la jornada siguiente. Pero, ¿cómo lo hacen los equinos? ¿De pie? ¿O tumbados como otros animales?

Los caballos, como cualquier animal, necesitan dormir, como función reparadora del organismo, permitiendo así retomar fuerzas para las funciones que se vayan a desarrollar en la jornada siguiente. Pero, ¿cómo duermen los caballos? ¿De pie? ¿O tumbados como otros animales?

Ambas opciones son válidas para el descanso del caballo, que empleará una u otra en función del espacio donde se encuentre en ese momento o de la necesidad de relajación. También afecta el hecho de que esté en tensión. Y es que, los equinos, como otros animales que pueden dormir de pie, desarrollaron esta fórmula de reposo como método de supervivencia. Así, en caso de peligro, pueden ponerse en marcha más rápidamente.

La estructura musculoesquelética de los caballos les confieren un sostén para poder estar completamente de pie. Bajan la cabeza, relajando todos los músculos, dejando el cuello prácticamente en paralelo a nivel del lomo, y relajan una de las patas, apoyando únicamente la zona delantera del casco, dejando tendones y músculos también relajados. De esta forma hacen muy poco gasto de energía y consiguen retomar fuerzas. De hecho, habitualmente, los equinos no duermen mucho e incluso les basta tres horas para reponerse.

Sin embargo, el mayor descanso se consigue, por supuesto, cuando el caballo está totalmente tumbado. Es sólo de esta forma cuando el animal entra en un sueño más profundo, con una relajación por completo de sus músculos, entrando en la denominada fase REM. Además de por el movimiento rápido de ojos (que es como se conoce a este momento del sueño por sus siglas en inglés- y por la atonía muscular, en esta fase aumenta la actividad cerebral, lo que contribuye a que se fijen conocimientos aprendidos y recuerdos.

Favorecer el descanso del caballo

Es evidente, que la necesidad de descanso del caballo es esencial para el bienestar del animal. Y para ello es importante tener en cuenta varios factores, como el espacio donde descansará, su box. Así, para un caballo de tamaño mediano a grande, el box no debe ser inferior a 3,5 por 3 metros, con una altura mayor que supere ampliamente los dos metros, como ya apuntamos en nuestro artículo dedicado a las medidas de una cuadra.

A la hora de preparar la cama del caballo, es habitual emplear paja aunque se pueden optar por otros materiales no comestibles y más absorbentes para evitar cólicos u otras dolencias al animal, especialmente si tiene problemas respiratorios. Eso sí, fundamental para el bienestar y, por lo tanto, para el descanso, desinfectar la cuadra adecuadamente y de forma regular.

Está claro que un ambiente tranquilo, con una temperatura adecuada, sin ruidos ni elementos visuales que lo puedan llegar a molestar son factores ideales para que pueda dormir un caballo. Además, a ello hay que sumar mantener una alimentación adecuada y facilitar la hidratación al caballo, con la instalación de bebederos, como los que comercializa Le Galop, división de equipamientos e instalaciones hípicas del grupo Agrobroker.