JUEGO 12 LETRAS DOMA SOBRE TABLAS

En doma clásica, las letras no son solo marcas en la pista; son la estructura que guía cada movimiento y ejercicio de esta refinada disciplina ecuestre. Al entrar en la pista, la letra A marca el inicio y el final del recorrido, estableciendo el punto de partida para una coreografía precisa.
 A partir de la letra A, los jinetes se desplazan usando un conjunto de letras estratégicamente distribuidas: B, C, E, F, H, K, M, R, S, V y P. Estas letras no solo determinan el espacio físico, sino también el ritmo y la secuencia de cada ejercicio.
 Por ejemplo, en la letra C, el jinete puede ejecutar una transición suave al galope, demostrando un cambio fluido entre los tres aires fundamentales: paso, trote y galope. Cuando el jinete se acerca a la letra H, puede dirigir un círculo perfecto, evidenciando la flexibilidad y equilibrio del caballo.

Las letras también son vitales para movimientos laterales como el travers, en el que el caballo se mueve diagonalmente, manteniendo hombros y caderas alineados. Para este movimiento, la letra M se convierte en una referencia crucial, indicando el nivel de flexibilidad y control.
 Para los jueces, las letras son una herramienta esencial para evaluar la calidad de cada movimiento. Observan el piaffe, donde el caballo muestra su destreza levantando sus patas delanteras alternativamente sin moverse del lugar. Igualmente, se valora el passage, un trote elevado y rítmico que pone a prueba el control y la cadencia del caballo.

 En resumen, cada letra en la pista de doma es más que un simple punto de referencia; es un marcador que define la estructura y el arte de esta elegante disciplina ecuestre