
Beneficios de montar a caballo
La práctica deportiva supone, indudablemente, contribuir a la salud de las personas. No sólo a nivel físico, mejorando aspectos como la fuerza o la capacidad cardiopulmonar, sino también a nivel mental en tanto la liberación de endorfinas repercute en la sensación de bienestar. Y en el caso de la hípica son varios los beneficios de montar a caballo como exponemos a continuación.
Evidentemente, dado que las instalaciones ecuestres están situadas por lo general en espacios periféricos de las ciudades o en zonas rurales, un primer aspecto positivo de la equitación es la posibilidad de estar realizando un deporte rodeado de un aire más limpio. Y a ello hay que sumar, en muchos casos, el hecho de que se puedan hacer algunas salidas con el animal por entornos naturales.
Ese distanciamiento de los núcleos urbanos y poder disfrutar de la naturaleza va a derivar en una relajación y desconexión de los problemas del día a día, ayudando a despejar la mente y reduciendo los niveles de estrés. “Muchas personas, cuando finalizan una sesión, me dicen: ‘Es que sales como nuevo’”, asegura Ana Cruz-Conde, monitora del Club Hípico Antequera.
Otros de los beneficios de montar a caballo es que, esta actividad, de forma continuada, provoca que se vaya generando un vínculo entre el binomio que forman el animal y la persona que lo monta. Así, “el trato con el caballo también despierta una serie de valores”, como pueda ser la empatía, el respeto por el medio ambiente y el cuidado a los animales, como apunta Cruz-Conde.
Beneficios de la equitación
Más allá de lo positivo de poder disfrutar, aunque sea simplemente de un paseo a caballo, cuando esta afición se lleva a un plano más deportivo, gracias a su práctica también podemos aprovecharnos de otros beneficios de la equitación.
A nivel físico, con el tiempo se gana en una mejora postural, ayudando a minimizar, por ejemplo, problemas de espalda. Y es que, al montar a caballo se está trabajando con grupos musculares que afectan tanto a esa zona del cuerpo como a los abdominales. También se ejercitan músculos de las piernas como los abductores, el grupo de los vastos o los gemelos, sobre todo cuando se va de pie mientras va trotando el animal.
Realizar deportes ecuestres implica igualmente aprender a mantener un nivel de concentración para sostener el control sobre el caballo y poder ejecutar correctamente los ejercicios que se llevan a cabo en un entrenamiento o que se realizan en una competición.
En el caso de los más jóvenes, otro de los beneficios de montar a caballo es el aprendizaje de ser responsables, en este caso con el animal y lo que le rodea. “Es un deporte con el que se tiene relación con un ser vivo que requiere una atención”, subraya la monitora del Club Hípico Antequera. Y es que, ya no sólo se trata del cuidado que requiere cualquier equino, en cuanto a su alimentación y descanso, la práctica deportiva también contribuirá a que el alumnado de una escuela de equitación sea responsable tanto del uso y cuidado de instalaciones como boxes o de los materiales que emplean y quedan en el guadarnés.
Hipoterapia
Y si estos beneficios de montar a caballo son positivos para cualquier persona, su repercusión puede ser aún mayor en personas con discapacidad o parálisis cerebral, trastornos del espectro autista, hiperactividad… cuando se trata de emplear al equino en talleres y sesiones de hipoterapia, como las que se llevan a cabo en el Club Hípico de Antequera, con el respaldo de entidades y empresas como el grupo Agrobroker, al que pertenece Le Galop.
La interacción con los caballos puede contribuir notablemente a su mejora psicosocial, especialmente en los caso de los jóvenes, al convertirse en una herramienta más coadyuvante de las terapias y tratamientos que ya sigan en su día a día.
Así, además de su bienestar emocional gracias al contacto con el caballo -empleando para ello animales especialmente tranquilos y preparados para su uso con estas personas-, y más en un entorno natural, hay que sumar la mejora de las habilidades motoras, el tono muscular y el equilibrio de los usuarios. Y ello se consigue, a través de las sesiones con una terapeuta especializado, gracias a varios aspectos como la transmisión del calor corporal del cuerpo del caballo a la persona y que el movimiento y ritmo que lleva caballo, ya va a suponer también que se transmita ese impulso a la persona que lo monta.