Ofrecemos unos consejos de cómo domar a un caballo para que el animal vaya aceptando las órdenes que se le den de una forma lo más natural posible.

Se puede tener un caballo o comprarlo, pero ello no necesariamente convierte a la persona en ‘dueña’ de un animal que no se va a dejar manejar tan fácilmente, si no es convenientemente adiestrado. Y para ello, ofrecemos unos consejos de cómo domar a un caballo para que el animal vaya aceptando las órdenes que se le den de una forma lo más natural posible.

La base de todo adiestramiento, como subraya Fernando Contreras, director técnico del Club Hípico de Antequera, debe ser la confianza, ya que en este proceso se va creando un vínculo emocional entre caballo y jinete. “Y dependiendo del conocimiento y de la sensibilidad que tenga dicho jinete para aplicarlo, ese vínculo será positivo o negativo”, incide.

Otra de las claves para domar a un caballo es conocer el ‘lenguaje’ del animal, cómo se expresa. Hay que observar para conocer sus movimientos y gestos para saber cómo actuar. Así, por ejemplo, si cuando nos acercamos el equino gira la cabeza o mueve las patas será recomendable darle más distancia. Se puede coger algo de forraje para que deje acercarnos más y, una vez al lado, comenzar una serie de caricias en la cabeza y el cuerpo, incluso hablarle para que reconozca la voz. Como recuerda este especialista, los equinos son animales de presa con un instinto de huida muy desarrollado, por lo tanto deben sentirse seguros, para que, a la postre, se genere esa confianza.

Ello va a facilitar el largo camino de la doma, que pasa fundamentalmente por el respeto, la paciencia y el cariño hacia el animal; teniendo muy en cuenta que el proceso de adiestramiento no consiste en buscar el castigo ni la imposición por una fuerza excesiva.

Buenos conocimientos y buenas instalaciones para la doma

Ya se trate de la doma de un potro, la mejora del comportamiento de un caballo, o buscar una mejor ejecución de ejercicios, como señala Fernando Contreras, el adiestramiento empieza por la adquisición de conocimientos y experiencias del jinete, para un buen manejo del caballo. 

Y para que el animal esté confortable -lo que facilitará el proceso de la doma- es fundamental contar con unas instalaciones adecuadas: un box amplio con buena luz, agua a libre disposición, salida a paddock y una alimentación adecuada a su edad, morfología y actividad a la que se vaya a dedicar.

También, el contar con útiles adecuados (cabezada, montura, embocadura, rendajes…) y una pista de calidad, ya que “beneficia al binomio caballo-jinete”; así como, en la medida de lo posible, disponer de un caminador para caballos para el ejercicio diario, una zona amplia para preparación y ducha, limpieza y desinfección del establo, al ser aspectos que facilitan el día a día. Importante que el caballo cuente con herraduras de calidad, pero sabes realmente ¿por qué se hierran a los caballos?

Proceso para domar a un caballo

Ganada la confianza del caballo, se puede iniciar el proceso en sí de la doma, comenzando por acercar al animal los útiles que se emplearán, para que los vaya reconociendo a través de la vista y el olfato. Y siempre con sumo cuidado. Así, por ejemplo, la primera vez que se le coloque en la cabeza el cabestro será recomendable no abrocharlo para ver cómo lo siente el caballo. Si no hay ninguna reacción negativa y no está incómodo, se repite el proceso con la brida. Posteriormente será turno para acostumbrarlo a la embocadura y el resto de los útiles.

Los primeros ejercicios para saber cómo domar a un caballo, comenzarán trabajando con el ramal, para ir dando las primeras instrucciones para caminar, parar, ir hacia atrás… y ver la respuesta del caballo. Y de ahí guiar al caballo a la pista donde el animal irá girando en círculos para que sus movimientos vayan teniendo un buen equilibrio -y así el caballo también gane en seguridad- trabajando de forma progresiva el paso, el trote y el galope. En esta fase del proceso es recomendable que durante los ejercicios, el caballo lleve un cinchuelo para que ya se acostumbre a las riendas que lleve cuando esté el jinete.

No será hasta que el caballo reconozca y acepte las órdenes de los aires que se le van pidiendo, y lo haga con la seguridad que requiere, cuando se inicie la monta del jinete. Y para ello, tal y como se hizo en un primer momento, el animal también deberá irse acostumbrando a la montura, cincha, estribos y demás útiles, comprobando siempre que esté tranquilo y cómodo.

Será entonces el momento para comenzar a montar al caballo, haciéndolo lentamente para que no se asuste. Aquí también juega un papel fundamental la experiencia del jinete o contar con la ayuda de una persona que sí lo sea en el caso de quien monte al caballo no la tenga.